El piloto de Bolívar cumplió su sueño, se enfrentó a la carrera más extrema del mundo y logró llegar a la meta en el décimo sexto puesto en la general de su categoría. Gastón Pando, fanático del Dakar africano, se ilusionaba con desafiar al destino y terminar lo que dejó pendiente en 2014, al abandonar la competencia en la etapa 5.
Luego de dos años, el empresario lácteo se lanzó nuevamente a la aventura y logró concluir las 10 etapas (se suspendieron dos) para llegar con muy buenos resultados al podio ACA.
Pasadas las 18 horas, lo esperaba el reconocimiento de familiares, amigos, allegados y fanáticos que querían felicitar al piloto que arribó a su ciudad natal a bordo del cuatriciclo que le dio la satisfacción de que su ilusión se convierta en realidad. Con su medalla colgando sobre el pecho, el “mono” compartió su alegría con los que se acercaron a recibirlo sobre la Av. Mariano Unzué, frente a la Sociedad Rural.
Una vez allí, el bolivarense posó para una infinita cantidad de fotos y se abrazó a cada uno de los presentes que con emoción esperaban el saludo del piloto que hizo historia y cuya hazaña quedará siempre en la memoria de fanáticos de los fierros, como así también, de quienes conocen el esfuerzo de Gastón para lograr su ansiada medalla Dakar.
“Un sueño cumplido, una promesa cumplida, mucho sacrificio pero se dieron las cosas desde el primer día”, fueron las primeras palabras del piloto al bajar de su nave. “La primera semana salí a andar despacito, a cuidar el cuatriciclo. Sabía que la zona de Bolivia iba a ser dura, nos iba a esperar dureza, altura, frío. Y bueno, me fui adaptando despacito a todo, asumiendo los riesgos”, manifestó Gastón al recordar las primeras etapas del Dakar 2017.
Sobre la segunda semana de la competencia, Pando contó que al contrario de lo que se debía hacer, “salí a andar un poquito más rápido pero siempre sin arriesgar demasiado y se dieron los resultados”. Llegó a Bolívar, tras 14 días de carrera con el cuatriciclo en excelente estado, “está como el día que lo llevamos a Paraguay, está para seguir corriendo, no tiene nada roto, la verdad que la mano de obra de Andrés es una cosa de loco y gracias a eso pudimos pegar la vuelta”, expresó elogiando a su mecánico.
Sobre las adversidades que le tocó recorrer sobre cuatro ruedas, el dueño de la fábrica “El Holando”, reconoció que “la etapa que sentía que se me iba a complicar era la 9, la que se llamaba “Súper Belén”, tengo un karma con esa zona, me quebré un brazo antes del Dakar y me sacó del Dakar 2014, así que se perfilaba como una etapa de casi mil kilómetros, con temperaturas extremas y se suspendió, así que respiré hondo porque nos la sacamos de encima”.
Y al ser consultado por la etapa más dura que le tocó enfrentar, Gastón no dudo en responder que la más complicada fue la 10, “porque tuve una serie de complicaciones con una rueda, una par de cositas y quizá se puso más dura porque ya venía agotado, yo no era el mejor preparado físicamente porque como dije siempre no me lo permite el trabajo, no soy un atleta, soy totalmente amateur, así que no estaba del todo preparado, ya venía sintiendo dolores musculares”.
Des el día uno de carrera, los bolivarenses apoyaron al piloto a través de las redes sociales, esa energía le llegó a Gastón. “Hasta el día de descanso en la Paz tuve el teléfono y lo veía todos los días pero ya en la Paz, se van a reír pero en el quinto o sexto día me cortaron el teléfono porque me olvide de pagarlo. Por ahí fue una bendición porque lo apagué, lo tiré adentro de la mochila y me olvidé del teléfono, no contesté, no puse un me gusta más desde la Paz para acá pero sabía del seguimiento de la gente y la verdad que una alegría inmensa por toda la gente que hoy está acá”, dijo Pando luciendo felicidad en su rostro.
Sobre el apoyo de la gente, Pando recordó la llegada a Bolivia, ya que lo sorprendió la cantidad de gente que disfrutó del Dakar en ese país, “ayer en Buenos Aires fue terrible pero en Bolivia fue increíble. Yo nunca había visto, con decirte que 35 kilómetros de ruta, antes de la llegar a la Paz, no se cortó la gente, no se puede ni estimar la cantidad de gente que había y eso te ayuda”.
Al reflexionar sobre su futuro, el bolivarense afirmó que “es una etapa cerrada, lo logré, era mi objetivo, mi meta. No sé ni que voy a hacer con el cuatriciclo, así que por ahora no lo quiero ni ver cerca pero vemos dentro de tres o cuatro meses si hacemos algo más”. Y adelantó, “tengo ganas de que algún amigo o familiar intente correr algún Desafío Ruta 40 y despacito ayudarlo, enseñarle a navegar para disfrutar más que nada de los paisajes, no de la competición”.
FUENTE:02314.com
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